Durante más de 30 años esta responsable hospitalaria de Fuenlabrada ha viajado con enfermos a Lourdes dos veces al año: en mayo y en octubre. Su experiencia, recogida hoy en esta pequeña entrevista, nos ayuda a comprender mejor los milagros que la fe puede producir en esta tierra francesa.

Mª del Carmen, más de 30 años viajando a Lourdes. Si, y no me canso. Como tu dices las experiencias son incontables, numerosisimas, y los milagros muchos. Recuerda la primera vez que viajó a Lourdes? Si, pero no iba como hospitalaria sino como enferma y la Virgen hizo en mi un milagro, me “enganchó” a ella. Eso fue en el año 1981, desde entonces no he dejado de ayudar a los enfermos colaborando con la “Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes” (Fortuny 21, Madrid), y llevando enfermos a conocer a la Virgen, a la que yo cariñosamente llamo, la Madre de la Gruta. ¿Cuándo es el próximo viaje? Organizamos dos viajes al año. El primero fue en octubre, desde el 10 al 14 y ahora vamos en mayo otra vez, del 14 al 18. Quizá al leer esta entrevista alguno de los enfermos se anime a viajar hasta allí. ¿Hace falta algún requisito? Es necesario llevar cierta documentación, si. Primero llamar a la Hospitalidad, aportar un certificado médico, una fotocopia del DNI, una foto tamaño carné, la Cartilla Europea de la Seguridad Social, y un papel que debe rellenar el enfermo. ¿Cuál es el trabajo de una hospitalaria? Resumiendo te diría que ocuparse del enfermo 24 horas al día. Desde que lo recogemos en el Recinto Ferial Juan Carlos I, donde suben al autobús, hasta que cuatro días después les devolvemos sanos y salvos a sus hogares, nos ocupamos de todo: comida, limpieza, acompañamiento, asistencia en todas las actividades religiosas. Hacemos turnos y los enfermos no están solos en ningún momento. Ahora llega el momento de hablar de los frutos recogidos en cada viaje. Los frutos son muchos, yo he visto verdaderos milagros, empezando por mi misma, el viaje a Lourdes siempre cambia al que va allí, tanto al hospitalario como a los enfermos, siempre. Cuéntanos algún caso concreto. Recuerdo especialmente la historia de un padre que no aceptaba a su hijo porque tenía síndrome de Down y le acompañó hasta Lourdes por una promesa. Allí el Señor propició un encuentro con niños muy enfermos –de hecho uno murió en aquel viaje- y este encuentro hizo que el padre reaccionara y se diera cuenta del hijo maravilloso que tenía. Desde entonces viene todos los años como camillero con nosotros. Otro recuerdo. Uno chico que había quedado parapléjico por un accidente de coche, porque circulaba a 210km/h y rechazaba su situación, vivía amargado y amargaba a los demás. El encuentro con la Virgen le hizo darse cuenta de que estaba así por su propia imprudencia y comenzar a aceptar que era un milagro estar vivo. También he visto levantarse de la silla de ruedas a una niña paralítica… hay tantos, tantos milagros que… Que… quizá algún enfermo se anime ahora, con esta entrevista, a viajar a Lourdes. Si, que se animen, allí les cambiará la vida de una un otra forma, o que se animen a colaborar ayudando a los enfermos; siempre necesitamos mucha ayuda. Déjanos un teléfono de contacto. Si, el 91 319 93 53. También hay una web: hospitalidadmadrid.es