fiestaroblecenicientoswebEn un ambiente de profunda alegría, los vecinos de Cenicientos han disfrutado de las fiestas patronales de la Virgen del Roble, cuyo nombre proviene del origen de la talla encontrada en el interior de un viejo árbol ya carcomido cerca del lugar en el que hoy se levanta la ermita en su honor.

Impresiona ver la devoción con que los vecinos de Cenicientos, llamados coruchos, acompañan a su Madre y Protectora durante los días de la novena y de la fiesta.
 
Este año, durante la novena se ha reflexionado en torno a los sacramentos, que son un gran regalo del amor de Dios y que con tanta frecuencia son minusvalorados y despreciados. El  5 de agosto, primer día de novena, presidió la Eucaristía el Obispo de la Diócesis, D. Joaquín María López de Andújar. En ella, invitó a mirar a la Virgen como puerta del cielo, por la que Cristo se hace presente en nuestras vidas y nosotros nos adentramos en el corazón de Dios.
 
El día de la Asunción se celebró también una Eucaristía solemne, en esta ocasión presidida por D. José Rico, el Obispo Auxiliar, que, en su homilía, recordó cómo el amor a María nos lleva a la fe, a la alegría y a la esperanza.
 
Después, la imagen de la Virgen fue recorriendo en procesión las calles del  pueblo, y a ella se acercaron niños, adultos, ancianos, enfermos…,  cada uno con sus problemas y dificultades, elevando la plegaria que sale del corazón: "Vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos".