El obispo de Getafe, D. Joaquín María López de Andújar, presidió el miércoles 12 de octubre, en el Santuario del Sagrado Corazón de Jesús, una multitudinaria ceremonia en la que fueron ordenados de presbítero: Boris Muriel, Miguel Luengo, Alejandro Rivas, Javier Merino, Ángel Tomás Linares y Dimitri Arnejo, y de diácono: Jesús Iglesias y Mateo Romero. Este año la celebración tenía un carácter especial ya que coincide con la conmemoración del vigésimo quinto aniversario del nacimiento de la Diócesis de Getafe.
El obispo estuvo acompañado de su auxiliar, D. José Rico Pavés; del Rector del Seminario Nuestra Señora de los Apóstoles, donde se han formado los nuevos sacerdotes y diáconos, D. Carlos Díaz Azarola; del vicario general, D. José María Avendaño; del vicario general moderador de curia, D. Javier Romera; del canciller secretario, D. Francisco Armenteros, de un centenar de sacerdotes y de más de 2.000 fieles venidos desde todos los puntos de la Diócesis.
En su homilía, D. Joaquín, se dirigió a los ordenandos y en referencia al Evangelio de Juan leído ese día, les dijo que Jesús no les llama siervos, sino amigos, y que a través de sus gestos y sus palabras tienen que llevar el amor y la misericordia de Dios a todos los hombres. Especialmente en este Año de la Misericordia que está viviendo la Iglesia universal.
Además haciendo alusión al vino, dijo que “es símbolo de la alegría y la justicia en el Antiguo Testamento; para poder dar fruto tiene que ser ofrecido, por eso los sacerdotes deben seguir ese ejemplo para que su ministerio dé fruto”.
En la celebración participó también el Coro Diocesano de Jóvenes y su Orquesta de Cámara que con su magnífica interpretación contribuyó a solemnizar el acto.
