La imagen de Jesús de Medinaceli recorrió las calles de Alcorcón el pasado 23 de marzo, Viernes de Dolores, acompañada por las antorchas de cientos de fieles diocesanos en un multitudinario viacrucis.
Esta procesión, en la que participaron autoridades civiles y religiosas, comenzó en la Parroquia San Pedro Bautista tras una misa solemne que celebró el obispo auxiliar de Getafe, D. José Rico.
La banda municipal de música de la localidad de Miguel Esteban (Toledo) acompañó el viacrucis, en un camino que se hacía al principio largo y pesado en la cuesta de la calle Cisneros, pero que obtuvo su recompensa en el encuentro en la Plaza de las Fraguas, donde se incorporó la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad con la imagen de la Virgen.
La procesión siguió su camino hasta la Plaza de las Hermandades, donde los anderos hicieron delicadas maniobras de reverencia y saludo.
La gente irrumpió en aplausos y vítores en algunos momentos de la procesión, deslucida por la lluvia, que obligó a apremiar el paso.
La entrada triunfal del Cristo en San Pedro Bautista al final del viacrucis supuso el anticipo de un brillante Domingo de Ramos.
