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La necesidad de abrir un diálogo y profundizar en las respuestas ante la falta de trabajo decente fueron los temas que centraron la celebración del Día de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) el pasado 26 de mayo.
Trabajadores, militantes, amigos, familiares y organizaciones sociales, sindicales y eclesiales se reunieron en la Parroquia Sagrado Corazón (Alcorcón) con motivo de esta celebración.
Bajo el lema ‘Tú puedes hacerlo posible’, los participantes analizaron cómo hacer real y tangible el anhelo compartido por un trabajo digno y cómo sumar las voluntades y los compromisos necesarios para lograrlo.
Raúl Cordero, representante de Comisiones Obreras (CCOO), señaló que la precariedad laboral no es algo inevitable. “Es necesario una exigencia de la sociedad que favorezca los cambios legislativos y la derogación de las reformas laborales”, destacó.
Cordero añadió que las propuestas pasan por intervenir sobre las causas, porque el cuidado de las personas genera empleo, estabilidad social y desarrollo. “Son necesarios cambios en la legislación y recuperar el derecho al trabajo”, afirmó.
La representante de UGT, Ana Sánchez, analizó la situación de desigualdad que vive la mujer trabajadora, cuidadora y asalariada.
“Nada es casual, todo tiene una intencionalidad. Ahora el poder económico lo ejercen lobbies a lo largo de todo el planeta que provocan otro tipo de sociedad que favorece el aumento de la desigualdad”, dijo, Sánchez.
La portavoz de UGT añadió que para favorecer el cambio es necesaria “una voluntad política y que los gobernantes estén al servicio de la ciudadanía, un cambio en el sistema productivo y un cambio en el modelo fiscal”.
“El cambio en la sociedad va de la mano si los ciudadanos somos responsables y exigimos a nuestros gobernantes políticos”, destacó la representante de UGT.
Jose Carlos Barba, representante de USO, puso el acento en el papel de los sindicatos. “La herramienta principal que tienen las organizaciones sindicales es la negociación colectiva. Y necesitan el apoyo y la unión de los trabajadores para tener más fuerza. Los sindicatos tienen que hacerse más visibles y ofrecer esperanza a los trabajadores”, subrayó.
En su turno, Berchmans Garrido, miembro de la Comisión Permanente de la HOAC, realizó una propuesta para crear una sociedad decente y señaló que la conquista de un trabajo digno pasa por poner el acento en cuatro aspectos: voluntad de acompañar la vida de las personas compartiendo su situación; la colaboración a un cambio de mentalidad con la fraternidad y la solidaridad; un cambio en las instituciones con la implicación en ellas y, por último, ser sensibles y colaborar para dar visibilidad a experiencias alternativas en la forma de ser y trabajar.
Después de estas intervenciones se abrió un turno de preguntas que intentaron dar respuesta a si en los sindicatos hay un plan de acompañamiento de las personas empobrecidas.
Los participantes también analizaron cómo llegar a las personas con la pérdida de valores sociales y humanos que vive nuestra sociedad, lo cual hace que vivamos en una incoherencia continua.
También se habló sobre las causas que hacen que la gente no esté en los sindicatos o afiliada y cómo afectará la tecnología y la robotización al empleo.
Posteriormente, se realizó un gesto público en una plaza cercana a la Parroquia Sagrado Corazón. Allí se repartieron hojas y se leyeron frases de la Doctrina Social de la Iglesia.
Al término de este acto, se leyó un comunicado final elaborado por la HOAC diocesana.
La jornada continuó con una eucaristía presidida por el vicario general, José María Avendaño, que en su homilía recordó la festividad de san Felipe Neri, que se celebraba ese día.
En la víspera de la Santísima Trinidad, Avendaño comenzó dando gracias por el amor infinito que Dios nos tiene y pidió que ese referente sea el que dinamice la vida de la HOAC.
“Un signo de que Dios acompaña a la HOAC en estos 20 años de andadura en la Diócesis es la fidelidad y la constancia”, señaló el vicario general diocesano.
“Es importante que consideréis que, aunque seáis pocos, estáis ahí”, les animó Avendaño, que les recordó que el Evangelio se basa “en la grandeza de la pequeñez, no en grandes masas”, y que “ni un vaso de agua quedará sin recompensa”.
Citando al papa Francisco, Avendaño destacó también que “el cristiano verdadero es el que tiene experiencia de que Jesús camina con él, habla con él, respira con él y trabaja con él”.
“Por eso debéis sentiros acompañados por el Señor, y que esa compañía conlleve acompañar la vida de la gente. En el mundo del trabajo abunda la soledad”, les confortó.
“Con el cimiento de las bienaventuranzas, la HOAC debe tomar conciencia de una doble misión: ser grandes, aunque sea pequeña en número, y ser portadora de la alegría que da el Evangelio siendo misioneros creíbles”, concluyó el vicario general.