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La sede de Cáritas diocesana de Getafe recibió el pasado 5 de febrero la visita del vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, que quiso conocer de primera mano la labor que desarrolla esta institución.

Aguado estuvo acompañado por el obispo auxiliar de Getafe, D. José Rico Pavés; por el vicario episcopal para la Acción Caritativa y Social, Aurelio Carrasquilla, y por el director de Cáritas diocesana, Enrique Carrero, quienes le informaron de la labor “esencial” que realiza esta entidad en favor de los colectivos más vulnerables, en colaboración con la Comunidad de Madrid. 

El vicepresidente regional también pudo realizar un recorrido por las instalaciones de la agencia de empleo que gestiona Cáritas diocesana en su sede, dirigida a personas con dificultades para incorporarse al mercado de trabajo. 

Aguado se ha referido al acuerdo “histórico” de presupuestos para la Comunidad de Madrid, que recoge “medidas pioneras para paliar las consecuencias de la pandemia y la situación de exclusión social que viven muchos madrileños”. Entre ellas, ha destacado la puesta en marcha de una tarjeta monedero “para ayudar a las familias más vulnerables con hijos a cargo”. Estas ayudas parten de 100 euros mensuales para cubrir las necesidades más básicas, una cantidad que se irá incrementando en función del número de hijos, según ha anunciado el vicepresidente.

El vicepresidente ha hecho hincapié en la importancia de aprobar cuanto antes unos presupuestos que permitan establecer este “rescate ciudadano”, que supondrá un impulso económico importante para familias, pymes y autónomos. 

Por su parte, el consejero de Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad, Javier Luengo, ha valorado el “impulso” que van a dar estas cuentas a la mejora de la atención a las personas mayores en residencias, asegurando que “el incremento de personal especializado en los centros, supondrá una mejora directa en la atención a cada uno de los residentes”.

Además, el titular de Políticas Sociales ha destacado como un avance sustancial que “por primera vez en los nuevos contratos con las empresas que gestionan los centros, se prime la calidad en la atención frente a la oferta económica”. Concretamente, se ha referido a más ratios de personal (gerocultores, fisioterapeutas o trabajadores sociales), mayor formación a la plantilla o la modernización de los centros a través del uso de camas con sensores de detección de movimiento, entre otros avances.