El obispo D. Ginés García Beltrán presidió el pasado sábado 25 de septiembre una festiva celebración en la Catedral de Getafe en la que Juan Miguel Carrasquilla y Daniel Jimenez fueron ordenados diáconos permanentes ratificando así su llamada al servicio de Dios y de la Iglesia.
El prelado destacó en su homilía la elección que el Señor había hecho sobre ellos: “no me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca” .
Palabras del Evangelio de san Juan que resumen la historia de salvación que Dios ha hecho sobre estos dos nuevos diáconos permanentes.
Señala Juan Miguel Carrasquilla que se siente “elegido y amado por el Señor para trabajar en su viña como miembro ordenado, para dar frutos de vida eterna. Elección, misión y espíritu, por su parte, trabajo, entrega y confianza por la mía. Sabiendo que no soy yo el que obra sino que es Cristo el que obra en mí”
“Momentos especiales fueron: esconder mis manos entre las de mi obispo mientras le prometía obediencia; el de la imposición de manos y la oración consecratoria; la imposición de la estola y la dalmática, la entrega del evangeliario, el abrazo de la paz de D. Ginés y mi primer servicio al altar ya como diácono” añade Carrasquilla.
Por su parte Daniel Jiménez explica que después de unos años difíciles para llegar hasta este momento “pues era difícil compaginar los estudios con el trabajo, la familia y la tarea de catequista” ha llegado este momento en el que declara que tiene la absoluta convicción de que “Dios me pide este servicio para mi propia santidad y la salvación de las almas”.
Ambos estuvieron acompañados de sacerdotes que les han ayudado en el camino de formación y discernimiento, familiares y amigos.
