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La experiencia  ‘hogares Lázaro España’ va consolidando su actividad de acogida e integración con la apertura de una nueva casa para personas sin hogar en un edificio de 550m² en Madrid.

El presidente de la Fundación Lázaro España, el sacerdote diocesano Álvaro Cárdenas, párroco en Colmenar de Arroyo, explica que ahora hay que reformar la casa y que “en cuanto hayamos hecho la reforma de Madrid y tengamos nuestros hogares viviendo allí, tenemos previsto afrontar la apertura de un hogar en nuestra Diócesis”. 

“Ya estoy buscando edificio. Estamos en contacto con Aurelio Carrasquilla, nuestro Vicario de Caridad” añade.

Tras cinco años de búsqueda intensa con el objetivo de encontrar una casa en la capital, el pasado 11 de febrero, festividad de la Virgen de Lourdes, se firmó el alquiler de un edificio de 550 metros cuadrados situado en el entorno de la calle Alfonso XIII de Madrid, "una nueva casa para los pobres": "acogerá nuestra comunidad de mujeres y de hombres de Madrid, la familia que los acompañará, ¡y también nuevos compañeros de piso que carecen de  hogar!".

Los benefactores de Hogares Lázaro habían consagrado a San José el hallazgo de un inmueble de estas características, y un año después lo han encontrado en un edificio que ordenó construir una comunidad religiosa que lo llamó ‘Patrocinio de San José’.

“Nuestros hogares quieren ser este lugar en donde aquellos más heridos por la vida puedan encontrarse con la mirada y el abrazo del amor que los dignifica, los sana, y les devuelve la confianza en Dios, en la vida, en sí mismos y en los demás", explica el presidente de la Fundación Lázaro España.

El trabajo no termina aquí, porque ahora hay que reformar el edificio, para lo cual el padre Cárdenas pide una ayuda económica que puede hacerse a través del portal de Hogares Lázaro (https://fundacionlazaro.es/haz-una-donacion).

 

Hogares Lázaro. El origen

Hogares Lázaro es una iniciativa nacida en París en 2011, con la finalidad de crear un espacio de acogida y de amistad entre jóvenes profesionales y personas que han pasado por la dura experiencia de la calle, ofreciéndoles apartamentos para compartir juntos la vida y la amistad. 

No se trata solamente de proveer de un techo a quien carece de él, sino de facilitarle un entorno de convivencia con voluntarios en un aprendizaje y enriquecimiento mutuos. No se trata solo de aportar un lugar donde dormir y comer, sino donde recuperar "consuelo y esperanza" que se daban por perdidos.