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En torno al lema ‘Hablemos de Trata de Personas’, el pasado sábado 2 de abril tuvo lugar en el Hospitalillo de San José (Getafe), la primera Jornada sobre la trata, organizada por el equipo dedicado a esta problemática que hay en la Delegación diocesana de Migraciones.

El objetivo era sensibilizar y dar a conocer la realidad que viven las personas víctimas de trata en todas sus formas y tener un primer encuentro que sirviera para ir construyendo las bases sólidas de este Equipo que se está formando en la Diócesis de Getafe.

El primer paso era precisamente saber de qué se habla al referirse de trata de personas y diferenciarlo de otras realidades como el tráfico de seres humanos, sabiendo que no se circunscribe a la explotación sexual.

La apertura y presentación de la Jornada corrió a cargo del Delegado diocesano de Migraciones, Fernando Redondo, y de la responsable del nuevo Equipo de Trata, Isi Curieses. Ambos mostraron su satisfacción por el encuentro, agradecieron la presencia de los asistentes y les animaron a participar en él y en lo que va a representar el Equipo de Trata, para cuyo desarrollo esta Jornada es un paso adelante.

Pilar Ladrón Tabuenca, profesora de Derecho Procesal en la Universidad de Alcalá, centró el tema señalando que se trata de “una realidad con mil caras”. 

“La dimensión policial, la social o la jurídica nos dan luz, pero ninguna agota la realidad y todas están relacionadas. Nos encontramos ante el tercer delito más lucrativo, sólo por detrás del comercio irregular de armas y del narcotráfico. Una captación en origen sencilla, basada en la necesidad o la ilusión de la víctima y en el engaño, que está en el origen de una auténtica esclavitud”.

Tomás Santamaría Suárez, Inspector del Cuerpo Nacional de Policía y Jefe del Grupo VI de la UCRIF de Madrid, donde actúa como Interlocutor Social para la trata de seres humanos, ofreció la perspectiva policial. Su unidad atiende específicamente a la trata de personas y lo hace de modo que su intervención nunca dañe la situación las víctimas, muchas veces en situación irregular o forzadas a la comisión de delitos. Los asistentes aprendieron que “ todos podemos contribuir a detectar situaciones de trata a través de indicios, pero que sólo a ellos corresponde identificar y actuar en coordinación con la fiscalía”.

Ana Almarza Cuadrado, religiosa Adoratriz, con una larguísima experiencia en la atención a víctimas de trata desde el Proyecto Esperanza, explicó las claves del proceso de acompañamiento y mostró el impacto humano de la trata no sólo en la salud física y sexual de las víctimas, sino también en su equilibrio mental y social.

Marifran Sánchez Vara, directora del Departamento de Trata de la Conferencia Episcopal Española, completó las ponencias informando sobre las respuestas de la Iglesia a esta realidad. Un trabajo que se lleva a cabo en red con entidades de inspiración cristiana que trabajan desde congregaciones religiosas y ONG y que en este momento tiene presencia propia en 26 diócesis, entre ellas la de Getafe.

Finalmente tomó la palabra Aurelio Carrasquilla, Vicario Episcopal para la caridad y la acción social de la Diócesis de Getafe, quien dejó clara la apuesta del Obispado para que esta realidad sea convenientemente atendida.