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El obispo D. Ginés García Beltrán presidió en la mañana del martes 12 de abril la solemne misa Crismal en la Catedral Santa María Magdalena en la que consagró el santo Crisma, bendijo los santos óleos, y más de doscientos presbíteros renovaron sus promesas sacerdotales.

El prelado estuvo acompañado por el obispo emérito, D. Joaquín Mª López de Andújar, los vicarios generales y episcopales, el vicario judicial, rectores y formadores de los dos seminarios diocesanos, los delegados,  arciprestes, sacerdotes, diáconos y seminaristas.

También asistieron a la celebración  miembros  de Institutos de vida consagrada, así como una representación de fieles de distintos municipios de la Diócesis, a quienes el prelado dirigió un afectuoso saludo.

El obispo comenzó su homilía recordando que “cada año la misa Crismal nos acerca a nuestra vocación original, la vocación bautismal. A algunos a la vocación al sacerdocio, a la vocación ministerial (…). La vocación al ministerio ordenado nos configura particularmente con Cristo, cabeza y pastor de la comunidad”.

El prelado quiso reflexionar sobre la riqueza de carismas que tiene la Iglesia, la llamada a la vocación que Dios hace a cada uno “estamos llamados a dar gloria a Dios” y resaltó especialmente el camino sinodal que se está viviendo en su seno y la necesidad de buscar la unidad.

También dedicó palabras de cariño a los sacerdotes mayores, enfermos, a los alejados y a los que sufren, expresando que “los sentimos muy cercanos”.

D. Ginés quiso pedir, a sacerdotes y fieles, la renovación de la misión y de la evangelización en el seno de la Iglesia: “el Espíritu Santo nos llama a la misión de evangelizar, a propiciar el encuentro de Dios con el hombre, pero no como teoría sino como experiencia vital (…) si muere la fe desaparecerán también la esperanza y la caridad”.

"Es cierto que en la sociedad imperan la secularización y el laicismo pero hoy no es más difícil evangelizar que en otras épocas. Es diferente. La sociedad exige nuevos métodos, nuevo  ardor y una nueva expresión. Evangelizar es tener el fuego de Dios dentro (…). En Cristo lo podemos todo dice San Pablo” subrayó García Beltrán.

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“En la misión de la Iglesia, los sacerdotes tenemos un papel muy importante. La renovación de las promesas sacerdotales nos devuelve al Amor primero para experimentar el gozo de sentirse elegido y amado” recordó el obispo al gran número de presbíteros presentes, aconsejándoles: “no perdáis la intimidad con el Señor. Los problemas más graves de nuestra vida sacerdotal no vienen de fuera sino de dentro. De la falta de oración y de intimidad con el Señor”.

El prelado quiso instar a los sacerdotes a vivir el Evangelio de Cristo, a hacer la voluntad del Padre, a "la obediencia del corazón"  a Dios y les pidió que vivan su ministerio con “fidelidad, hondura y entrega”.

Para finalizar su homilía D. Ginés dirigió su mirada hacia Ucrania y pidió a Dios que toque el corazón de los hombres “para que se arrepientan de la violencia y abracen el gran don de la paz”., poniendo este deseo bajo el amparo de la Virgen María a quien se refirió para terminar: “que a través de Ti la misericordia se derrame sobre la tierra (…), vuelve a traernos la armonía de Dios y disipa la sequedad de nuestros corazones, haz de nosotros constructores de comunión y guíanos por la senda de la paz”.

Después de la homilía los presbíteros renovaron las promesas realizadas el día de su ordenación, renovando el deseo de servir al pueblo de Dios a través de la predicación, la celebración de los Sacramentos, la vida de oración y el ministerio de la caridad.

Tras los sacerdotes, el pueblo de Dios elevó la oración de los fieles pidiendo especialmente por ellos y por el ministerio episcopal. 

A continuación el prelado consagró el santo Crisma y bendijo los santos óleos que serán repartidos por todas las parroquias de la Diócesis para la administración de los sacramentos.

Al finalizar la eucaristía y antes de la bendición final, el obispo agradeció la numerosa asistencia de sacerdotes animándoles “a seguir siendo presencia del Señor en nuestra Diócesis como un presbiterio unido que hace presente la salvación de Cristo cada día”.

Se puede volver a ver la ceremonia en el enlace: https://www.youtube.com/watch?v=8mUdI2g_-G0&list=RDCMUCwNmW3r427fs4I6335R-QgQ&start_radio=1

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