ordenados2016

El obispo D. Ginés García Beltrán presidió el pasado sábado 7 de mayo la celebración del 25 aniversario de la construcción y consagración de la Parroquia Santos Justo y Pastor (Parla) y el inicio de su año jubilar.

En esta ceremonia de acción de gracias, el prelado estuvo acompañado por el arcipreste Alberto Royo, el párroco Isaac Parra, el clero parroquial, sacerdotes de la localidad y algunos de los párrocos y vicarios que habían ejercido su ministerio en esta parroquia en años precedentes.

Asistieron las autoridades civiles y militares entre las que se encontraba el alcalde, Ramón Jurado, y varios portavoces del Partido Popular y de Vox; miembros de la Hermandad de la Soledad y de la Macarena, y  un gran número de fieles de los diferentes grupos pastorales de la parroquia.

El encuentro comenzó con un lucernario en el que se leyó el decreto de concesión del año jubilar diocesano, su significado y las condiciones que hay que cumplir para lucrar las indulgencias.

Posteriormente, en la homilía, el prelado quiso destacar la importancia del acontecimiento que estaba celebrando la parroquia e invitó a los fieles y sacerdotes a que siguieran siendo “un lugar de consuelo con las puertas abiertas a todos”.

En la línea del papa Francisco, también quiso invitar a los presentes a “ser una Iglesia en salida donde todos se sientan acogidos”.

García Beltrán tuvo palabras de cariño al recordar a los sacerdotes que han pasado por la parroquia desde que fue erigida en el año 1987 con especial mención a los fallecidos, como Tomás Julián Sanz, cuyos familiares estaban presentes ese día en el templo, o Santiago ‘Santi’ Durán.

Haciendo referencia a su memoria y a las jornadas que se celebraban, el Domingo del Buen Pastor y el Día de las vocaciones y las vocaciones nativas, el obispo subrayó la importancia de los presbíteros en la unidad de la parroquia y cómo estos se desviven por su rebaño “entregando la vida como hizo Cristo, el buen Pastor, por sus ovejas”.

Al finalizar la eucaristía, el párroco, Isaac Parra, también quiso dirigir unas palabras de agradecimiento a todos los presentes destacando que “este es un año de gracia que supone una bendición para la parroquia y una renovación de la vida de fe para los feligreses”  señalando que “las piedras vivas del templo son los feligreses que de forma generosa y desinteresada construyen la parroquia”.

El encuentro terminó con un ágape festivo al que acudieron todos los asistentes