El obispo D. Ginés García Beltrán presidió la vigilia de Pentecostés en la Basílica del Sagrado Corazón, en el Cerro de los Ángeles, el pasado sábado 4 de junio, acompañado del vicario episcopal de Apostolado Seglar, Jaime Bertodano, el de evangelización, Jesús Úbeda, el rector del Seminario, Jesús Parra, el del Cerro, Javier Bescós, una veintena de sacerdotes y centenares de laicos representantes de distintas realidades de la Diócesis.
A la vigilia se sumaron los miembros de la Delegación de Apostolado Seglar que prepararon distintos gestos a lo largo de la celebración para integrar a los distintos movimientos de la Diócesis y la Jornada que había tenido lugar aquella misma tarde en el Cerro.
El prelado en su homilía comenzó agradeciendo la participación de esta Delegación y el trabajo realizado así como el de todos los asistentes a quienes invitó a "vivir en la Iglesia con confianza, sabiendo que es el Espíritu Santo quien la lleva adelante" y pidió: "la Diócesis necesita apóstoles del Señor, mujeres y hombres que sientan el amor de Dios en su corazón y quieran llevarlo sin miedo a los demás".
En las lecturas escuchadas esa tarde D. Ginés explicó que se veía "un verdadero itinerario de la acción del Espíritu Santo en la vida del hombre y de la Iglesia" y que "el Espíritu Santo nos necesita para que la salvación se siga produciendo en el mundo".
"El lenguaje del amor, el Espíritu Santo, no levanta muros, construye puentes, y realiza en nosotros la unidad que destierra la pobreza, el hambre y las guerras. Salgamos llenos del Espíritu Santo para prender fuego al mundo. El fuego del amor de Dios", concluyó el obispo.
