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La Diócesis de Getafe celebró el pasado domingo 25 de septiembre la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado con una eucaristía solemne en la Parroquia Santa Teresa de Jesús (Getafe), transmitida por la 2 de TVE, y presidida por el obispo auxiliar de Madrid, D. José Cobo, miembro de la subcomisión episcopal de Migraciones y Movilidad Humana.

El prelado estuvo acompañado por el vicario episcopal para la pastoral caritativa y social, Aurelio Carrasquilla, por el delegado diocesano de Migraciones, Fernando Redondo y por los capellanes de las distintas comunidades cristianas de la Diócesis provenientes de otros países.

La celebración, de marcado carácter participativo, integrador y alegre, comenzó con unas palabras de Redondo en las que recordó el mensaje del santo Padre para esta jornada “la presencia de los migrantes y los refugiados representa un enorme reto, pero también una oportunidad de crecimiento cultural y espiritual para todos".

Estas palabras sirvieron también de inspiración para la homilía de D. José Cobo que invitó, a la luz del Evangelio, a una reflexión profunda sobre la manera en la que cada uno afronta las relaciones con los demás y sobre todo con los migrantes.

“Tenemos que preguntarnos si vivimos abriendo abismos en nuestras sociedades, en las fronteras, creando muros y separaciones, o simplemente con insensibilidad de unos hacia otros” insistió.

“Cristo nos dice que tenemos un futuro esperanzador donde todos tenemos sitio si aprendemos a vivir fraternalmente” continuó el obispo.

En relación a la Jornada del día, el prelado subrayó que “la migración es parte de nuestra vida y se queda con nosotros y estamos llamados por Cristo a construir entre todos un futuro sin abismos, abierto”.

“Tenemos el reto de seguir construyendo comunidades hospitalarias con los migrantes, integrándoles en su organización, y haciendo que asuman cada vez más responsabilidades” concluyó.