ordenados2016

Cientos de niños de la Diócesis han celebrado el pasado 31 de octubre la Fiesta de Todos los Santos a través de la propuesta celebrativa ‘Holywins’ (la santidad vence), una iniciativa juvenil y desenfadada de la Iglesia frente a la moda de Halloween.

Por ejemplo la Parroquia La Inamculada (Alcorcón); Santa María Magdalena (Ciempozuelos); Santa Ana (Fuenlabrada); Nuestra Señora de la Asunción o Santa María de la Alegría (Móstoles); la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción (Pelayos de la Presa); la Parroquia Santos Justo y Pastor (Parla) o Nuestra Señora de la Asunción (Valdemoro), entre otras, ofrecieron una gran fiesta en la que los niños, algunos familiares y catequistas acudieron disfrazados de ángeles o de sus santos preferidos.

San Francisco de Asís, Santa Teresa de Jesús, San José, San Juan Pablo II, Santa Teresa de Calcuta o Santa Juana de Arco fueron algunos de los disfraces escogidos y cuyas historias compartieron y conocieron los niños.

Además hubo pintacaras, juegos, gimkanas y merienda para que los niños y los mayores celebraran la fiesta de la santidad, el ejemplo de la alegría de la fe y la vida cristianas, que, en la mayoría de los casos, tuvieron como punto culminante la adoración al Santísimo o la Eucaristía.

Uno de los sacerdotes organizadores de la fiesta Holywins en Alcorcón, Alberto Iñigo, subraya que “en Holywins celebramos el don de la vida en la tierra y en el cielo” y añade: “estamos llamados a vivir en el cielo, del amor del cielo y del encuentro con Cristo. Es el Señor quien nos ha abierto el cielo. Él se fue para prepararnos un lugar junto a Él”.

“El día 1 de noviembre hemos celebrado la vida y el testimonio de todos los santos, de los reconocidos por la Iglesia y de aquellos que han pasado por la vida dando testimonio de santidad. Y también es nuestra fiesta, porque todos estamos llamados a la santidad. Y todo ello lo celebramos y lo vivimos con júbilo y alegría” insiste el párroco de la Inmaculada.

“No es un día de terror, ni un día de tristeza, de miedo, de muerte; es un día de vida, de alegría, de misericordia. Es un día en el que expresamos de manera especial el amor de Dios” concluye.