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D. Jose María Avendaño presidió el pasado domingo 27 de noviembre su primera misa como obispo auxiliar de la Diócesis de Getafe en una concurrida ceremonia celebrada en la Catedral de Getafe.

El nuevo prelado estuvo acompañado por el clero parroquial y algunos sacerdotes de Getafe así como varias decenas de fieles que quisieron acompañarle en esta primera celebración diocesana como obispo auxiliar.

En su homilía, Avendaño quiso comenzar saludando a todos los presentes –hermanos sacerdotes, religiosos, consagrados, acólitos y fieles laicos- y, recordando el especial momento de su ordenación, pidió a Dios y a los fieles que le ayudasen a ser: “un obispo bueno, un obispo santo”.

El nuevo obispo auxiliar invitó a todos a permanecer vigilantes en el nuevo tiempo litúrgico que comenzaba ese domingo, el Adviento, para estar preparados para la venida del Señor e insistió en la necesidad de llevar la esperanza y la alegría al mundo que nos rodea.

“Venimos alegres a la Casa del Señor porque sabemos que celebramos su venida, una alegría que no nos da nada ni nadie en este mundo” señaló Avendaño.

“El Adviento es el tiempo de la Esperanza, con mayúsculas, y con esta actitud tenemos que renovar nuestro corazón los cristianos (…) la Esperanza se llama Jesucristo” explicó.

D. José María subrayó la importancia de llevar esta esperanza a todo el mundo “la esperanza es esencial en la vida” y pidió “ser testigos creíbles de esperanza, con nuestras palabras, gestos, en nuestros ambientes, con nuestro comportamiento, porque el mundo no puede vivir sin esperanza”.

“Estad en vela, tenemos que prepararnos con fe, con alegría, para el encuentro con el Señor, a pesar de los acontecimientos –en los buenos o los malos- pero con la certeza de que el Señor viene” insistió.

Encomendando su ministerio y a todos los presentes a la intercesión de la Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora de los Ángeles terminó su alocución.

Después de la celebración José María permaneció en el templo para que todos los feligreses presentes pudieran acercarse a saludarle.