14/07/2025.La diócesis de Getafe celebró el pasado fin de semana, 12 y 13 de julio, la Jornada de Pastoral de la Carretera, una cita anual dedicada a reconocer la vocación de servicio de los profesionales del transporte y promover la responsabilidad cristiana en la movilidad.
El evento fue organizado en colaboración con la Agrupación de Transportistas de Getafe, y reunió a decenas de conductores de vehículos particulares, camiones e incluso bicicletas, en un ambiente de fe, convivencia y compromiso.
El delegado diocesano de Pastoral de la Carretera, Juan Antonio Rodríguez Beltrán, presidió las celebraciones eucarísticas tanto el sábado por la tarde como el domingo por la mañana. En ambas homilías, recordó el lema de la jornada: “El Señor te bendiga y te proteja y colme tu esperanza”, y subrayó la necesidad de conducir con prudencia, caridad y responsabilidad como expresión concreta del amor cristiano.
Tras las misas, tuvo lugar la tradicional bendición de vehículos, que reunió a una notable participación de fieles y profesionales del volante. La imagen de San Cristóbal, patrón de los conductores, encabezó una procesión singular por las calles de Getafe, en la que participaron camiones, coches y otros vehículos, reflejando una vez más el espíritu de unidad de esta comunidad.
Durante su predicación, Rodríguez Beltrán expresó su profundo agradecimiento a la Agrupación de Transportistas y, en especial, a su junta directiva y a Juan Carlos, responsable de coordinar el evento. Recordó con emoción su propia infancia y la imagen de los camioneros ayudando en accidentes de tráfico: “Siempre me impresionó la solidaridad de los camioneros: su misericordia, su servicio en la carretera. Esa entrega, muchas veces silenciosa, es puro Evangelio”, afirmó.
El delegado hizo hincapié en que la carretera no es solo un espacio de tránsito, sino también un lugar de encuentro humano: “Nos cruzamos con personas que tienen familia, preocupaciones e historias distintas. Ser cristianos al volante significa conducir con respeto por la vida del otro”.
Asimismo, advirtió sobre los peligros de la conducción imprudente, el cambio de actitud al volante y la cultura de la prisa: “No podemos competir en la carretera. Estamos llamados a compartir lo que somos, como lo hacen muchos transportistas que llevan fotos de sus familias, encomendándose cada día al Señor antes de salir”.
Rodríguez Beltrán concluyó apelando al ejemplo de San Cristóbal, “el que lleva a Cristo”, como modelo de servicio: “Ser responsables en el tráfico es vivir el mandamiento del amor al prójimo. Agradezco a los camioneros, transportistas y conductores que, con su vida, lo hacen realidad”.
La jornada del sábado culminó con momentos de convivencia entre las familias del gremio, amigos y vecinos de Getafe, un concierto y fuegos artificiales. El domingo se celebró con una gran paella, además de otras actividades, como símbolo de unidad y fraternidad.
La Jornada de Pastoral de la Carretera, como dijo Rodríguez Beltrán, es una ocasión para celebrar “no solo una profesión muchas veces invisible, sino una vocación cristiana al servicio del bien común”. “Esta fiesta es vuestra. Que el testimonio de tantos transportistas solidarios siga iluminando nuestros caminos”.
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