El pasado domingo 23 de enero falleció en Pamplona, a la edad de 79 años, el sacerdote Antonio Pérez Mosso, fundador de la Hermandad de sacerdotes Hijos de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, a quienes está encomendada la Parroquia Sagrado Corazón, en Alcorcón.
Tenía siete hermanos, uno de ellos el presidente de la Adoración Nocturna de la Diócesis de Getafe, José María Pérez Mosso.
El sacerdote Antonio Pérez Mosso Nenninger nació en Alemania y antes de ordenarse estudió ingeniería industrial en Bilbao y Barcelona y trabajó como ingeniero.
Cursó sus estudios eclesiásticos en los Padres Agustinos de Marcilla y en el Seminario de Pamplona. También estudió Historia en la Universidad Gregoriana de Roma.
En sus inicios como sacerdote atendió las parroquias de Lumbier, Burlada, Mezquíriz, Arraiz, Alcoz y localidades del Valle de Erro. También estuvo cuatro años en la Parroquia San Raimundo de Fitero, en Azpilagaña. En 1983 le propusieron ser profesor del Seminario de Valparaíso (Chile), ciudad en la que estuvo hasta 1990. En 2001 fue nombrado párroco de Aoiz, donde permaneció hasta que su salud se lo permitió.
Pérez Mosso era miembro de Schola Cordis Iesu, asociación que conoció en Barcelona que tiene como seña de identidad la “confianza en la misericordia de Dios y las promesas del Sagrado Corazón de Jesús”. Con un grupo de amigos, extendió Schola Cordis Iesu a Pamplona, San Sebastián y Bilbao. Además, al surgir más vocaciones dentro de esta asociación, fundó la Hermandad de Hijos de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, que actualmente está formada por casi una treintena de sacerdotes, varios de ellos navarros.
Era también un gran apasionado de la historia universal y de la filosofía. En los últimos años publicó ‘Apuntes de la Historia de la Iglesia’ (ediciones Cor Jesu) en seis volúmenes. En su última etapa también fue profesor del seminario de Pamplona.
Sus feligreses le recuerdan como un hombre sencillo y cercano, que vivía con emoción las procesiones, romerías y otras manifestaciones de religiosidad popular.
Organizó peregrinaciones a Tierra Santa y Fátima y convivencias de jóvenes. Debido a su formación como ingeniero era también “un manitas” que arreglaba y mantenía casas parroquiales e iglesias.
El pasado 24 de enero se celebró su funeral en la Catedral de Pamplona. Se puede ver la ceremonia en el siguiente enlace:
https://www.youtube.com/watch?v=r2gZShURmAw
