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"Me gustaría que algún día a Ignacio se le conociera como el 'santo del monopatín'" ; con estas palabras se dirigió al público el obispo de Getafe, D. Ginés García Beltrán, en la noche del pasado viernes 11 de marzo, al concluir el musical Skate Hero impulsado por la Delegación diocesana de Enseñanza en la Nueva Cubierta de Leganés.

El prelado diocesano puso el broche a una intensa tarde de música, emociones, testimonios y mucha alegría que contó también con la presencia de Mons. Martínez Camino, obispo auxiliar de Madrid; la viceconsejera de Justicia y Víctimas, Yolanda Ibarrola; la viceconsejera de Educación, Nadia Álvarez; el alcalde de Leganés, Santiago Llorente; los padres de Ignacio Echeverría, Joaquín Echeverría y Ana Miralles; la presidenta de la Asociación de ayuda a las Víctimas del terrorismo, Dori Majali y el delegado diocesano de Enseñanza, Javier Segura, entre otros.

La Delegación de Enseñanza ofreció dos pases del musical. Uno por la mañana, que congregó a unos 85 centros escolares y 7.000 estudiantes de la Diócesis de Getafe y al que asistieron el vicario general y moderador de Curia, Javier Mairata y el vicario episcopal para la Evangelización y Transmisión de la Fe, Jesús Úbeda, y otro por la tarde en el que participó el obispo y que reunió a miles de jóvenes, adultos y familias.

En ambos pases estuvieron presentes influencers e instagramers muy conocidos como Lucia Bosco, el Padre Damián o la Tribu Seekers, y se programaron también actuaciones de expertos saltadores de monopatín, testimonios y otras actividades para todas las edades, entre las que destacó la presencia del rapero católico Grilex.

El musical Skate Hero narra en formato joven -rap y estilos juveniles-, con una veintena de músicos en directo, la historia de las ultimas 24 horas de vida de Ignacio Echeverría, joven español asesinado en los atentados yihaidistas de Londres en 2017, que entregó su vida salvando la de otros.

Su intervención salvó la vida de cuatro personas, aunque él entregara la suya. Su historia de heroísmo y entrega, que conmocionó a España y al Reino Unido, está próxima a conformar la causa de beatificación de Ignacio Echeverría.

Su caso encaja en la tercera vía de reconocimiento de la santidad iniciada por el Papa Francisco, el martirio de la caridad: cristianos que, siguiendo más de cerca las huellas y las enseñanzas de Jesús, han ofrecido voluntaria y libremente su vida por los demás y han perseverado hasta la muerte en este propósito.

"La muerte de Ignacio, es el resultado de la vida de entrega que había vivido"  manifestó su padre Joaquín en el momento de su intervención, que también aprovechó para dar las gracias a todos los que habían hecho posible este musical.

La misma gratitud, llena de emoción, expresó el obispo de Getafe subrayando que "no hay amor mas grande que dar la vida por los amigos. Ignacio dio la vida por los amigos sin saber que eran amigos. Para un cristiano el otro no es nunca un enemigo, sino un amigo".

También remarcó D. Ginés, al referirse a los padres de Ignacio Echeverría, que " mucho de lo que hemos visto de Ignacio se lo debemos a ellos" destacando "la importancia de la familia, donde el nació y creció. Porque el bien que llevamos dentro es lo que sacamos. No se qué movió a Ignacio aquel día a dar ese paso tan difícil que a nosotros nos parece imposible. Pero no cabe duda de que es la 'Gracia' la que actúa dentro de nosotros y lo que en un  momento le hizo entregar la vida".

El delegado de Enseñanza, Javier Segura, destacó, al término de la jornada que "todo lo representado en el musical, a pesar de la dureza del acontecimiento narrado, tiene que dejarnos un mensaje de esperanza y, como decía la canción que hemos escuchado, 'la última palabra la tiene el amor'".

Los jóvenes actores y músicos participantes en el musical se habían preparado espiritualmente para la representación vespertina con la celebración de una eucaristía en la Parroquia Nuestra Señora de Butarque (Leganés), presidida por el delegado de Pastoral Universitaria, Miguel Ángel Iñiguez, y al día siguiente, celebraron otra junto al obispo de Getafe, D. Ginés García Beltrán, en la que rezaron por todas las víctimas del terrorismo.