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La Casa de Oración de las Misioneras Cruzadas de la Iglesia, en Cubas de la Sagra, acogió el pasado sábado 5 de marzo la celebración de un retiro de Cuaresma organizado el Movimiento de Cursillos de Cristiandad.

Pablo Nieto, vicario parroquial en Santo Domingo de Silos y San José (Pinto), impartió este retiro para ayudar a un grupo de cursillistas de la Diócesis a encarar correctamente este tiempo de Cuaresma, enfatizando “ la importancia de la oración, el ayuno y la limosna”.

Uno de los asistentes, Diego José Zapatero, miembro de la Ultreya de Villanueva de la Cañada, ha querido compartir su testimonio personal sobre el retiro destacando que “necesitaba poder hacer un pequeños parón en mi vida y dedicar, al menos unas horas, a estar con el Señor”.

Para este cursillista, esa jornada le sirvió para centrar la atención en la importancia del ayuno y la penitencia que como señaló el sacerdote “deben llevarnos a estrechar la unión con Cristo, pues son una prueba que nos hace experimentar lo necesitados que estamos de Dios” y aprender que la limosna, la entrega y el servicio “no son cuestión de cantidad, sino de totalidad: quien se entrega por completo no tiene nada que envidiar, como la viuda del Evangelio, que entregó al templo, no de lo que le sobraba, sino lo que necesitaba para comer”.

Por último, Diego destaca cómo el director del retiro insistió en la necesidad de oración por la que  “obtenemos la presencia de Dios en nuestra vida”

Pablo Nieto les exhortó “a invocar frecuentemente al Espíritu Santo y a la Virgen María, para vivir siempre en esa presencia de Dios, y ser siempre conscientes de que somos sus Hijos”.

“Como dice el Papa Francisco: ‘El ayuno prepara el terreno, la oración riega, y la caridad fecunda’ señala el cursillista Diego Zapatero.