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La Basílica del Sagrado Corazón de Jesús acogió el pasado sábado por la noche una emotiva vigilia de oración por la paz en Ucrania presidida por el obispo de Getafe, D. Ginés García Beltrán, quien hizo una llamada urgente a la Diócesis a ser una iglesia que “acompañe, cuide y levante al pueblo ucraniano”.

El prelado estuvo acompañado por el vicario general, José María Avendaño; el vicario general y moderador de Curia, Javier Mairata; el vicario episcopal de Apostolado Seglar, Jaime Bertodano; el vicario episcopal para la Pastoral caritativa y social, Aurelio Carrasquilla; el capellán ucraniano Andry Stefanyshyn y el párroco de Santa Teresa de Jesús, Elkin Merlano, entre otros.

La vigilia comenzó con el testimonio de la delegada en la Diócesis de Getafe de Ayuda a la Iglesia Necesitada, Nieves Barrera, que resumió algunos mensajes de obispos y sacerdotes llegados desde Ucrania relatando el sufrimiento que provocaba la situación bélica y la esperanza que les aportaba la oración.

Después intervino una madre ucraniana, Mariia Fedeka, que había conseguido salir de su país y llegar a España, quien relató en su idioma –con traducción de su madre Halyna Batyuk- el caos provocado por la guerra y todo lo vivido: las preguntas de sus hijos que no sabía responder, lo inesperado del estallido bélico, el dolor  de la pérdida de su hogar, la incertidumbre de la huida, y la esperanza al llegar a España, a cuyas gentes están muy agradecidos por la ayuda prestada.

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La madre ucraniana quiso terminar su intervención con un grito de auxilio a España y al mundo “porque hay gente en sótanos que no pueden salir, porque tienen hambre, porque no sabemos si están muertos o vivos. Pedimos a Dios: ¡ayúdanos!”.

A continuación, el capellán de los católicos ucranianos en Getafe, Andry, resumió su experiencia al quedar atrapado en Ucrania y cómo los sacerdotes allí, desde el primer momento, proporcionaron ayuda espiritual, cómo el Señor se había valido de él para canalizar la asistencia a su pueblo y cómo había conseguido volver a su parroquia, Santa Teresa de Jesús.

Para terminar con los testimonios intervino el párroco de Santa Teresa de Jesús, Elkin, quien señaló que desde esta parroquia se está canalizando toda la ayuda al pueblo ucraniano desde el estallido de la guerra señalando que ha sido un signo de la unidad que se ha creado con la comunidad ucraniana desde el primer momento en la parroquia Santa Teresa y cómo esta parroquia quiere seguir siendo “una iglesia sinodal, una iglesia que es capaz de dialogar, una iglesia que es capaz de trabajar junta, una iglesia que es capaz de abrir sus puertas para mostrar ese Cristo que es nuestra salvación”.

 Tras estas palabras intervino el obispo D. Ginés, que profundamente emocionado, agradeció todos los testimonios y la presencia de quien los había compartido así como la del pueblo ucraniano asistente a la Vigilia.

“Pensábamos que en un mundo como el nuestro habíamos aprendido lo suficiente para no hacer la guerra porque hay caminos de diálogo, caminos de entendimiento y de concordia, porque  la guerra nunca es camino, porque la guerra nunca soluciona nada; todo lo contrario, la guerra destruye” comenzó el prelado.

“Los ucranianos son en este momento de dolor, de sufrimiento un testimonio para nosotros.  Es impresionante veros rezar, es impresionante veros ante la tragedia humana de la guerra. Muchos de vosotros tenéis allí a vuestros familiares, a vuestros amigos, vuestras casas…  es impresionante vuestra fe en Dios”, dijo el obispo dirigiéndose tanto al pueblo congregado en la Basílica como a los que seguían la ceremonia a través del canal diocesano de Youtube.

D. Ginés quiso insistir esa noche en la necesidad de seguir rezando, seguir ayudando: “yo quisiera llamar a la iglesia de Getafe a dar un paso más. Tenemos que ser una iglesia que acompañe, tenemos que ser una iglesia que cuide, tenemos que ser una iglesia que levante, porque en los próximos días  más ucranianos van a venir aquí”.

“Por eso, la Diócesis de Getafe, a través de la Vicaría para la Caridad y de Cáritas diocesana, está disponiendo un lugar donde acoger a ucranianos en Leganés, en Zarzaquemada” explicó el obispo añadiendo: “será un paso importante para que los que vengan de Ucrania puedan ir a otros sitios ya con una regularización y, si Dios quiere incluso con trabajo”.

Para terminar el obispo anunció que las parroquias getafenses se sumarán al acto de consagración de Ucrania y Rusia al Corazón Inmaculado de María que el santo Padre realizará el viernes 25 de marzo, solemnidad de la Encarnación, a las 17.00 horas, desde el Vaticano y que esta misma celebración tendrá lugar en la Basílica del Sagrado Corazón simultáneamente.