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Más de 40 cursillistas de la Diócesis de Getafe celebraron la Ultreya de fin de curso el pasado 25 de junio en la Parroquia Espíritu Santo, en  Aranjuez

El objetivo era terminar el curso dando gracias a Dios por el fin de las restricciones tras la pandemia y por las nuevas incorporaciones surgidas de los cursillos realizados.

El encuentro comenzó con la celebración eucarística presidida por el vicario parroquial José Manuel Ramos que incidió en la necesidad de “dar gracias a Dios porque sigue contando con nosotros”.

La misa y el Ángelus se ofrecieron por el Pleno Nacional de Cursillos España, que se estaba celebrando ese mismo fin de semana. Un encuentro importante en el que se realizaron las elecciones para designar un nuevo presidente, una vez concluido el mandato de Alvaro Martínez. 

El pleno eligió a Rosa Murillo, cuyo nombramiento debe ser aprobado por la Conferencia Episcopal Española.

Tras la misa, los asistentes disfrutaron de dos interesantes testimonios de vida y conversión.

El primero, de María Jesús Ledo Gil, miembro de la Ultreya de Aranjuez, que relató cómo había sido el tiempo que pasó alejada del Señor y el camino de regreso a la Iglesia tras pasar por la ‘Nueva Era’. 

El segundo, de Maribel Cuadrado Rico, de la Ultreya de Ciempozuelos, que contó cómo la enfermedad de su marido durante la pandemia acercó a toda la familia más al Señor.

Después de los testimonios, se aprovecharon las instalaciones al aire libre que tiene la parroquia para hacer varios juegos y compartir la comida en un ambiente de fraternidad.