Villaconejos festejó el pasado 26 de julio la festividad de su patrona, santa Ana, con una Eucaristía concelebrada por el vicario general y moderador de Curia, Javier Mairata, junto al párroco Jesús Díaz y a otros sacerdotes del arciprestazgo.
La imagen de la santa había sido trasladada el día anterior, junto a la de san Joaquín, desde su ermita a la parroquia de la localidad por los fieles.
Tras la santa Misa, tuvo lugar la procesión por las calles de Villaconejos, que recibió a la imagen de su patrona con sus luces y sus casas y edificios engalanados con banderas y balconeras.
Previamente se había celebrado una novena de preparación, en la que participaron entidades representativas de la localidad, como la asociación de mujeres, la cooperativa agrícola, el centro de mayores, las hermandades, el Ayuntamiento y los grupos de catequesis.
Durante la novena destacó la ofrenda floral a la patrona de Villamanta, que reunió a más de 300 fieles de la localidad.
La devoción por santa Ana fue probablemente transmitida a Villaconejos por una primitiva comunidad de frailes carmelitas que se asentó en este municipio y que se sustentaba del trabajo de sus propias manos como maestros y agricultores.
La santa fue declarada patrona de Villaconejos en 1578. Un año después comenzó la construcción de su ermita, construida por licencia del Arzobispado de Toledo.
