ordenados2016

La Basílica del Sagrado Corazón de Jesús (Cerro de los Ángeles) acogerá el sábado 26 de noviembre, a las 11.00 horas, la ceremonia de ordenación episcopal de D. José María Avendaño Perea, nuevo obispo auxiliar de la Diócesis de Getafe.

Presidirá la celebración el obispo de Getafe, Mons. Ginés García Beltrán y actuarán como co-consagrantes el nuncio de su santidad, Mons. Bernardito Auza y el cardenal arzobispo de Madrid, Mons. Carlos Osoro.

Entre los invitados a la celebración y por expreso deseo de Avendaño se encuentran "hermanos heridos por la vida" –en expresión de San Juan Pablo II-: varios residentes del centro psiquiátrico San Juan de Dios (Ciempozuelos), del Centro Basida y del albergue de transeúntes San Vicente de Paúl -ambos en Aranjuez-. 

Cinco cardenales, el Nuncio de su Santidad y 35 obispos también han confirmado su asistencia al acto. A ellos se sumarán una treintena de autoridades civiles y militares que han querido acompañar a D. José María en este momento tan especial.

Acompañando a D. José María estará también el vicario general y moderador de Curia, Javier Mairata, los vicarios episcopales y cerca de 300 sacerdotes, junto a un centenar de familiares y muchos amigos llegados desde todos los puntos de la Diócesis y desde Toledo.

La ceremonia será transmitida íntegramente por TreceTV, Radio María y el canal diocesano de Youtube en directo desde la Basílica del Cerro.

Además se instalarán pantallas en el exterior de la Basílica con decenas de sillas para que todos los que se trasladen hasta el Cerro puedan seguir y participar en la ceremonia.

Acompañará la celebración musicalmente el Coro Diocesano y la Orquesta Sinfónica bajo la batuta de su director, Javier Ávila, que ha preparado algunas piezas especiales que estrenará en la ordenación.

Presidirá el altar una imagen de la patrona de la Diócesis de Getafe, Nuestra Señora de los Ángeles, en su talla coronada de madera policromada en blanco y azul, que los miembros de la Congregación habrán trasladado el día anterior  desde la Ermita hasta la Basílica para que pueda ser venerada y contemplada por todos los asistentes.