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El pasado sábado 24 de junio, solemnidad de San Juan Bautista, un centenar de personas se consagraron al Sagrado Corazón de Jesús, en la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús, del Cerro de los Ángeles. 

Por tercer año consecutivo, desde la vicaría del Cerro de los Ángeles y dirigido por las consagradas de los Apóstoles de los Corazones de Jesús y María (ACIM), se ha ofrecido una preparación, con formación teológica y práctica a través de conferencias mensuales, en las que los participantes han ido asumiendo paulatinamente algunos compromisos personales, como rezar el Rosario, el ofrecimiento de obras y el examen de conciencia diarios, un turno de adoración o participar en actividades de caridad.

El  pasado 25 de marzo, solemnidad de la Encarnación, realizaron la Consagración al Inmaculado Corazón de María, y Ella, una vez en su corazón les ha ido purificando y preparando para consagrarse al Corazón de Su Hijo.  

El día 24, al grupo diocesano se unió otro que había estado formándose con las carmelitas samaritanas, en Valladolid. 

El retiro comenzó con un itinerario, en el que Concha Osorio, voluntaria del Cerro, explicó los dos monumentos al Sagrado Corazón, el antiguo y el nuevo y pudieron ver también la maqueta del antiguo monumento, en la sala superior de la sacristía. 

A continuación, Nuria Ramos, consagrada y miembro de ACIM, ofreció una conferencia en la sala de formación del Seminario, sobre la consagración al Corazón de Jesús, en la que hizo un recorrido de la devoción al Corazón de Jesús, desde sus comienzos, en la Sagrada Escritura y en la Sagrada Tradición, mostrando cómo el Magisterio de la Iglesia, y en concreto de los últimos papas, han impulsado esta devoción como esencial para toda la vida cristiana. 

Invitó a los asistentes a “ser sus amigos íntimos y a entregarse totalmente a su Corazón, respondiendo a su Amor y ayudándole a extender su reinado de amor”. 

“Jesús quiere seguir sellando la misma alianza que propuso a Santa Margarita y al beato Bernardo de Hoyos: ‘Ocúpate tú de Mí y de mis cosas, y yo me ocuparé de ti y de las tuyas’, sólo necesita que seamos los ‘instrumentos’ que el Corazón de Jesús desea para nuestro tiempo” aseguró Ramos. 

A continuación, Juan Antonio Cano Mombiela, padre de familia y miembro de los Grupos de Oración del Corazón de Jesús, ofreció su testimonio, en el que compartió lo esencial que ha sido para él y para toda su familia la Consagración al Corazón de Jesús.

Seguidamente los dos grupos realizaron un acto de desagravio ante el Corazón de Jesús, para reparar todas las ofensas que recibió este corazón durante la guerra civil, y todas las ofensas que sigue recibiendo en el santísimo Sacramento, como él pidió a Santa Margarita.

Tras una comida fraterna, en la que pudieron compartir inquietudes, ilusiones, y alimentos, rezaron el Rosario en la Ermita de Nuestra Señora de los Ángeles.

Una vez explicada la fórmula de la Consagración se prepararon espiritualmente para hacer la ofrenda de su vida con una Hora Santa en la Basílica, presidida por Manuel Vargas, vicario episcopal para el Cerro, y con el Sacramento de la Confesión. 

Vargas les explicó cómo “el velo del templo se rompió en el momento de la lanzada, en la cruz, para que pudieran entrar en lo más profundo, en la intimidad más íntima del corazón de nuestro Dios”. 

Para finalizar, participaron en la celebración de la Eucaristía, presidida también por el vicario episcopal, en la que se realizó la Consagración con la lectura de la fórmula que cada día recitarán los que quieren ser amigos fieles del ‘Corazón de Jesús’.

Con gran responsabilidad ante las dimensiones del compromiso, pero también con gran alegría por la confianza en su Sagrado Corazón, se fueron a sus casas, conscientes de que esta consagración va a significar un antes y un después en sus vidas.