cruzproecclesiadoswebEl pasado 14 de septiembre la parroquia Santiago Apóstol de Sevilla la Nueva celebró la fiesta de su patrón el “Santísimo Cristo del Consuelo”. Este año tuvo un matiz singular pues fue presidida por el cardenal Estepa, arzobispo castrense emérito y uno de los redactores del Catecismo de la Iglesia Católica, que además hizo entrega de la medalla “Pro ecclesia et pontífice”, concedida por el papa Francisco, a nuestro vecino D. Ángel Martín Moreno por su entrega en favor del bien de la Iglesia. Junto al citado purpurado se encontraban una gran cantidad de sacerdotes concelebrantes, las autoridades del municipio y multitud de sevillanovenses que quisieron celebrar esta solemnidad tan importante en nuestro pueblo y acompañar en este momento a su vecino.
En la ceremonia de entrega el cardenal Estepa destacó la perfección y la dedicación con el que D. Ángel ha desempeñado sus tareas durante los más de treinta años que ha estado al servicio de dicha parroquia y su trayectoria profesional en el ejército. También hubo palabras de elogio para su familia y su esposa Dª Pepa.
D. Ángel, por su parte, muy emocionado al recibir la medalla, pronunció unas palabras de agradecimiento, declarando: “la medalla que acabo de recibir, es la más hermosa, la más brillante y la que me obligará  aún más, es, sin duda,  la menos merecida de todas ellas”. Asimismo abrió su corazón afirmando su amor al sacerdocio de la siguiente manera: “me ha guiado mi firme convicción de que mi sacerdote, especialmente en el altar, es el representante de Cristo cumpliendo el mandato de la Ultima Cena; vehículo portador y transmisor del Espíritu Santo”. Añadió, además: “la Iglesia es Cristo; Cristo es Iglesia; Cristo está en la Iglesia; Cristo está entre nosotros de forma permanente; amando y sirviendo a la Iglesia, amamos a Cristo. Y recibimos mucho de Cristo. Ello nos obliga a admitir, si se me permite, la existencia de un mandamiento claro y preciso: el fin de todo cristiano es servir al Señor Jesús, a la Santa Madre Iglesia y al Romano Pontífice como Sucesor de Pedro”.
La devoción al Cristo del Consuelo está presente en nuestro pueblo desde tiempo inmemorial. Los cristianos que han vivido en Sevilla la Nueva, han querido reconocer el consuelo profundo que Dios otorga en los momentos de incertidumbre si se viven junto a la cruz del Señor. De la imagen original solo poseemos la cabeza y la pierna de la pequeña talla en madera policromada. Son los restos que quedaron tras la profanación sufrida en los inicios de la gran persecución religiosa llevada a cabo durante la Guerra Civil (1936-1939) y en la que también asesinaron al joven párroco, Don Liborio. Los restos del Cristo, se encuentran en un relicario confeccionado para su custodia, que fue sufragado por los feligreses de la parroquia en el año 2010. La actual imagen fue regalada por la Asociación de la Marías de los Sagrarios de Madrid. Dicha asociación fue creada por San José María Rubio y se encarga colaborar con su oración y entrega a los distintos sagrarios que le son encomendados.