Alrededor de 100 consagradas y consagrados venidos de toda la Diócesis de Getafe, nos reunimos en La Catedral Santa María Magdalena, en torno a nuestro Pastor, en este caso D. José Rico Pavés, Obispo Auxiliar, y al pueblo de Dios allí reunido, para inaugurar el NUEVO AÑO LITÚRGICO, el AÑO DE LA CARIDAD y el de la VIDA CONSAGRADA.
Este momento festivo y solemne fue preparado con una jornada completa de retiro en el Colegio de La Salle de Griñón. En todos se palpaba un agradecimiento profundo y un sentido hondo de comunión con la Iglesia Universal. De los 13 arciprestazgos que tiene la Diócesis, 10 de ellos estaban representados por algunos de sus consagrados.
El Papa Francisco, con la valentía y parresía que le caracteriza, nos anima a los consagrados a despertar el mundo y enuncia en una carta que nos dirige cuáles son los objetivos, expectativas y horizontes de este año:
OBJETIVOS: Gratitud (memoria del pasado); Pasión (para vivir el presente) y Esperanza (para abrazar el futuro).
EXPECTATIVAS: hacer resplandecer la vida consagrada. Dar cauce a la creatividad, a la fantasía de la caridad, a la creación de “otros lugares”, donde se viva la lógica evangélica del don, de la fraternidad, de la diversidad, del amor recíproco.
En el HORIZONTE: el paso, ya inminente, de una sociedad de la obediencia y disciplina, a otra no ya del rendimiento y la producción, sino de la lógica de la libertad que da el Espíritu y de la belleza del seguimiento. Compartiendo vida y misión con los laicos.
Pongámonos todos en camino… con esa virtud, que es una virtud peregrina: LA ALEGRÍA.
Salgamos al encuentro del Salvador reconociendo en Él la novedad que viene a instaurar, el Reino que ya está entre nosotros!
