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La Diócesis de Getafe celebra el sábado 11 de febrero  la Jornada Mundial del Enfermo con una eucaristía en la mostoleña parroquia San Juan de Ávila presidida por el vicario episcopal para la Pastoral Caritativa y Social, Aurelio Carrasquilla, y concelebrada por el delegado diocesano de Pastoral de la Salud, Francisco Arias.

En esta ocasión el tema elegido para reflexionar ‘Déjate cautivar por su rostro desgastado’ y el lema ‘No me rechaces ahora en la vejez, no me abandones’, ponen el foco en el cuidado de los mayores, una labor que no solo implica a la pastoral de la salud sino a toda la comunidad parroquial.

Destaca Francisco Arias que una de las misiones que tiene el delegado de Pastoral de la Salud es preparar y difundir esta jornada invitando a “capellanes, sacerdotes, religiosos, agentes de pastoral y visitadores de enfermos a participar en ella” y sobre todo a personas enfermas y mayores, a quienes se les administrará el sacramento de la Unción.

“Los capellanes desempeñan una tarea fundamental en los hospitales y residencias, acompañando y visitando a los enfermos y a sus familias, no solo espiritualmente -administrando los sacramentos como la Comunión, la Confesión o la Unción de enfermos- sino también, en su dimensión humana psicológica” explica Arias.

“A esto se añade el favorecer y cuidar la relación cercana y estrecha con los distintos profesionales del hospital” continúa.

Pero la Pastoral de la Salud no termina en los sacerdotes y capellanes, “los grupos de visitadores y los voluntarios que hay en las parroquias también tienen un papel muy importante ya que su misión es visitar y acompañar a aquellos fieles que están enfermos o ancianos en sus domicilios” subraya el delegado.

Este año la Jornada Mundial del Enfermo pone el foco en esas personas mayores que se encuentran enfermas y solas.

Después de la pandemia se observó cuánto habían sufrido las personas que se encontraban solas, las personas mayores que no tenían familia y  “también es labor de la Pastoral de la Salud acompañarlas y hacer que se sientan escuchados y atendidos espiritualmente, tanto por los laicos como por los sacerdotes de la parroquia” asegura Arias.

El responsable de Pastoral de la Salud insiste en que “es muy importante concienciar a la comunidad parroquial de que los enfermos y los ancianos son los privilegiados y deben ocupar el centro de la comunidad, en el programa pastoral de la parroquia. Como dice el lema ‘No me rechaces ahora en la vejez, no me abandones’”.

“Tenemos que decir que los mayores cuentan en la sociedad y que son importantes en la Iglesia. Hay que darles visibilidad y tenemos que concienciar a la sociedad de que su labor es fundamental” concluye.