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El obispo auxiliar D. José María Avendaño presidió el pasado viernes 3 de febrero por primera vez el encuentro mensual de oración con los jóvenes, que en esta ocasión se celebró en la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción, en Navalcarnero.

Bajo la intercesión del santo italiano del siglo XIX, San Juan Bosco, se instó a los jóvenes a “ser diligentes”, una gracia que este patrón de la JMJ de Lisboa vivió en su continua ayuda y amor hacia los adolescentes que le rodeaban en su día a día.

En el acto se destacó también al joven Miguel Magone, del cual San Juan Bosco escribió que “era una auténtica maravilla observar cómo aquel muchacho que era el alma del juego y que a todos ponía en movimiento, como si llevase una máquina dentro, se las arreglaba para llegar, también el primero, donde el deber lo llamaba”, explicando en pocas palabras el significado de la palabra diligencia.

Tras la proclamación del Evangelio (Lc 10, 29-37), el obispo auxiliar lanzó una pregunta a los muchos jóvenes y adultos que llenaron la parroquia de este pueblo: “¿Qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?”.

La respuesta es sencilla destacó Avendaño: “la confesión y la Eucaristía son las alas para llegar al cielo”. 

“La confesión nos hace humildes, hace que nuestra miseria se convierta en misericordia”, recordó D. José María, invitando a los jóvenes a construirse a sí mismos y a participar en la construcción del mundo en el que viven.

Antes de terminar la oración, y después de pedirle al Santísimo la gracia de la diligencia en su relación con Él  y con el prójimo, los allí presentes dieron gracias a la Virgen de la Concepción, entonando el himno y la oración a la patrona del municipio, a la que tienen especial devoción.

Los varios cientos de jóvenes que llenaron la parroquia de Navalcarnero compartieron al terminar la adoración un ' tercer tiempo' para confraternizar. 

Por último, se anunció que la próxima OCEO será el viernes 10 de marzo en la Parroquia San José Obrero, en Móstoles.