palaciowebAlrededor de unas 250 personas se dieron cita el pasado miércoles 25 de junio en la cena benéfica de la Fundación ARS, celebrada en el Palacio de Aldovea, cuyos fondos recaudados irán destinados íntegramente al fondo de becas que permite el sostenimiento económico de los Seminarios Mayor y Menor de la Diócesis de Getafe y, con ello, la ayuda y el cuidado de las vocaciones sacerdotales.
En dicha cena se contó con la presencia del Obispo de la Diócesis de Getafe, D. Joaquín María López de Andújar, el cual se vería arropado por la inmensa mayoría de los miembros del Patronato de dicha Fundación así como de más de un centenar de amigos de la misma que, edición tras edición, vienen apoyándola con el deseo de sumar esfuerzos para la defensa y necesario apoyo de las vocaciones al ministerio sacerdotal, reconociendo así la necesaria responsabilidad de todos los cristianos de apoyar esta importante causa en el seno de la Iglesia diocesana de Getafe.
El ambiente fue  muy familiar donde gracias a la colaboración desinteresada de un sinfín de personas y entidades se degustaron diversos platos y vinos. Al término de la misma, se realizó una rifa y tuvieron lugar las intervenciones. En primer lugar, intervino uno de los patronos de la Fundación ARS, José María Piñar Pinedo, que agradeció la asistencia a todos los presentes así como la generosidad de los mismos para apoyar las vocaciones sacerdotales y a los sacerdotes a los que consideró "ejemplo de entrega y de abnegación". Tras ello, el sacerdote diocesano D. Gonzalo Moreno, actual párroco de Pelayos de la Presa, dio testimonio de su paso como seminarista tanto del Menor como del Mayor, haciendo hincapié en la ayuda que requiere los sacerdotes al ser éstos "instrumentos, pobres y humildes, que acercan la gracia de Dios". Finalmente, fue D. Joaquín el que concluyó dichas intervenciones que aseguró sentirse "emocionado muy desde el corazón" por esta gran familia y por esta Fundación y donde reiteró su agradecimiento a todos los asistentes por "estos gestos de cariño y de amor, de servicio a la Iglesia y a los sacerdotes que cumplen su misión de ser cauce para acercar al Señor". No se olvidó de pedir a los invitados que recen por el aumento de las vocaciones sacerdotales y por los sacerdotes para que "el dueño de la mies, mande obreros".