Los fieles de las Parroquias de Santiago Apóstol y el Pilar de Valdemoro quisieron sumarse a la convocatoria festiva que hizo la Iglesia el día 27 de septiembre, en Valdebebas (Madrid), y asistir, junto con otras de Alcorcón, Getafe o Móstoles, a la ceremonia de Beatificación del Prelado del Opus Dei, D. Álvaro del Portillo. Una fiesta de la Iglesia universal donde se reunieron fieles de los cinco continentes y sobre todo muchas familias que querían agradecer al primer sucesor de san Josemaría Escrivá de Balaguer los muchos favores recibidos, sobre todo curaciones inexplicables de niños con enfermedades graves y reconciliaciones de matrimonios y familiares.
La ceremonia a la que asistieron alrededor de 200.000 personas, 150 obispos y 18 cardenales fue presidida por el cardenal Ángelo Amato prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, que durante su homilía presentó a «Don Álvaro», como le solían llamar cariñosamente, como una «figura de gran humanidad», que «huía de todo personalismo» y cuya formación como ingeniero «le hacía ir al núcleo de los problemas y resolverlos”.
El Papa Francisco también destacó de la figura de D. Álvaro, su humildad: “fue un sacerdote según el corazón de Cristo que con su alegría y su humildad realizó obras eficaces para la Iglesia y desde ahora como nuevo beato intercederá por todos nosotros”.
