convivenfuenlawebEl sábado 22 de noviembre, celebramos en Fuenlabrada la I Convivencia Arciprestal para niños de Primera Comunión, que convocaba a todas las parroquias. Acompañados de más de 350 niños, de sus padres y de sus catequistas, nos reunimos en la Parroquia de la Sagrada Familia, en Fuenlabrada, y sus alrededores, preparados para vivir una mañana intensa. Después de unos pasatiempos de animación y la organización por grupos, tuvo lugar una gran gymkhana de juegos, entre los que no faltaron las clásicas carreras de relevos, el juego del “pañuelo”, junto con otros más modernos y variopintos, para que tanto los pequeños como sus padres pudiesen participar y divertirse juntos.
Después del breve almuerzo, los padres tuvieron la oportunidad de escuchar un testimonio, mientras los niños conocían la vida de San Juan Bosco, a través de una pequeña película preparada por la comunidad salesiana de Fuenlabrada, que terminó poniendo el broche a la jornada.
A pesar de la sencillez del encuentro, tanto para mí como mis compañeros y amigos de la parroquia, no fue una tarea fácil planear y pensar el desarrollo de una actividad como ésta, a la que podía presentarse un número impredecible de niños. Pasamos tardes enteras yendo de un lado para otro, hablando con sacerdotes, preparando juegos, comprando materiales, midiendo minuciosamente horarios y espacios… ¡En las horas bajas, cómo rezábamos a San José para que no lloviese y tuviésemos que aplazar el encuentro!
Pero a pesar de nuestros miedos, el Señor nos regaló un precioso día soleado de 18 grados a finales de noviembre, para que, bien o mal, su plan saliese hacia delante. Y todos quedamos satisfechos. Padres y niños compartieron una actividad de Iglesia que les acerca más a su parroquia, que les invita a convivir de una manera distinta. Y, tomando la palabra a los demás voluntarios, puedo afirmar que esta jornada ha sido, para todos nosotros, una muestra más en la que ver cómo actúa la mano de Dios, haciendo que las cosas salgan bien, para que nos demos y desgastemos por los demás, y aprendamos a valorar en el otro al hermano que siempre tenemos al lado.