19/12/23. El pasado viernes 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada, realizaron su Profesión simple dos Agustinas Recoletas en Colmenar de Oreja: la hermana Amelia Chitiquez y la hermana Ingrid Fabiola Chinic, ambas de origen guatemalteco.
La celebración estuvo presidida por el Padre Provincial de los Agustinos Recoletos, Carlos González Castellano.
El religioso estuvo acompañado por el vicario episcopal para la Vida Consagrada, Ramón García Saavedra, y numerosos sacerdotes amigos de la Comunidad religiosa.
En su homilía, el provincial quiso resaltar la imagen de la Virgen Inmaculada, en el día de su fiesta "Dios la eligió para traernos y mostrarnos su mensaje de amor para todos; esa es María sin mancha, pura y de gran sencillez, y que para nosotros tiene que ser ejemplo de confianza y cercanía como los anawin que se fían y buscan a Dios como verdadero Padre”.
Además, quiso dirigir unas palabras a las novicias animándolas a reforzar su compromiso “al servicio de Dios y de la santa Iglesia en su forma de vida como contemplativas agustinas recoletas, abrazando los consejos evangélicos y la vida en comunidad, y llevar todo ello a la oración”.
Concluyó con una frase de san Agustín, a quien puso como ejemplo y estilo de vida para las religiosas: “añade la caridad y aprovecha todo; quita la caridad y todo lo demás no sirve de nada”.
La Hermana Amelia Chitiquez destaca que este paso en su vida de fe “supone un compromiso más con la Iglesia, que es con Dios mismo, al convertirme en su esposa por la profesión; este compromiso me llena de alegría y deseos de permanecer fiel, poque Él es fiel”.
“Como San Agustín, me lleno de deseos de seguir siempre en busca de la verdad que es Cristo mismo, para amarle, estar siempre dispuesta para hacer su voluntad y hacer míos todos sus intereses por la salvación de todas las almas. Doy gracias a Dios por el don de la vocación y por el carisma agustiniano pues me enamora al contemplar, cada día más, al hombre perfecto, Jesucristo”.
Por su parte la hermana Fabiola Chinic, destaca que esta profesión “supone una gran responsabilidad, en la cual he de poner - con la gracia de nuestro Señor- todo de mi parte”.
“Tengo que ser consciente de que solo en la oración perseverante, que es el centro de nuestra vida se encuentra la fuerza y la gracia para vivir de un modo nuevo, que se manifiesta en la entrega generosa, viviendo en unión de caridad con mis hermanas de comunidad y llevándola al mundo entero. Estoy agradecida con Dios por su infinita misericordia y le pido ser fiel y perseverar en mi vocación como agustina recoleta”.
