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15/01/24. Convocados por la Delegación de Migraciones fieles diocesanos y voluntarios llegados desde Parla, Leganés y Fuenlabrada se unieron a los de Getafe el pasado viernes 12 de enero para formar un círculo de silencio en la Plaza del General Palacio por los derechos de las personas migrantes.

En esta ocasión para mostrar su decepción “ante el Pacto de Migraciones y Asilo, firmado recientemente en la Unión Europea ya que se ha perdido la oportunidad de mejorar las políticas y leyes vigentes en relación con la acogida y protección de migrantes y refugiados en Europa”.

Para expresar con palabras el significado de esta acción, que se realiza los segundos viernes de cada mes, se leyó un manifiesto en el que se destacaba que “de acuerdo con la Subcomisión Episcopal de Migraciones y Movilidad humana de la CEE, no encontramos en el texto un Pacto con una visión integral centrada en la persona y el bien común, sino un pacto para el control y la externalización de las fronteras".

Denuncian también  “los medios y las prácticas que este pacto quieren legitimar, tales como permitir la detención de niños a partir de los 6 años; acelerar los procedimientos de asilo, en detrimento del análisis profundo de cada solicitud; reforzar los sistemas de identificación con datos biométricos; permitir una solidaridad a la carta entre los diferentes países de UE, cuando el objetivo era encontrar un equilibrio entre la responsabilidad de los países receptores, como es el caso de España, y la solidaridad del resto de países de la UE”.

También señala la nota de la Subcomisión Episcopal de Migraciones que “no se han abordado con rigor a nivel de la UE las alternativas que, tanto la Iglesia como tantos otros actores sociales, vienen promoviendo y pueden resultar más eficaces que las prácticas vigentes tales como que en lugar de excusarse en el ‘efecto llamada’, se contribuya a evitar las guerras y hambrunas promoviendo el desarrollo de las poblaciones locales y así poner el foco sobre los ‘efectos salida’”.

A esto añaden que “en lugar de agitar el miedo al migrante con fines electoralistas, hay que desmontarlo con la verdad y apelando a valores humanos o religiosos y en lugar de justificarse en la lucha contra las mafias, invertir en lo que más puede restarles poder, el establecimiento de vías legales y seguras para una migración ordenada, habilitando corredores humanitarios cuando sea necesario y coordinando políticas entre las diferentes administraciones y países”.

“La puesta en marcha de este último punto, contribuiría, sin duda, a evitar que se produzcan tantas muertes en las diferentes rutas migratorias, como las 6.618 víctimas acaecidas en las rutas de acceso a España a lo largo del año 2023, a las que hoy hemos querido tener presentes en nuestro círculo de silencio” denuncian desde la Delegación diocesana de Migraciones.

“Alzamos la voz, aunque sea en silencio, contra estos atropellos a la dignidad humana y reiteramos con nuestra presencia que una acogida digna e integral de las personas migrantes y solicitantes de asilo es posible” concluyen.