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El delegado diocesano de Pastoral Obrera, Rubén Mateos, y dos miembros de su delegación, se trasladaron hasta Ávila el pasado fin de semana del 26 y 27 de noviembre para participar en las XXVIII Jornadas Generales de Pastoral del Trabajo.

Asistieron junto a ellos más de un centenar de personas responsables diocesanas de esta pastoral, y militantes de movimientos de trabajadores cristianos de 30 diócesis, en un ambiente de reflexión, convivencia, celebración y denuncia.

El encuentro comenzó con la oración y el saludo de monseñor D. Abilio Martínez Varea, obispo de Osma-Soria, responsable del Departamento de Pastoral del Trabajo de la Conferencia Episcopal Española que señaló que “Nos urge el dolor injusto que la falta de salud y seguridad en el trabajo provoca diariamente, en nuestro país”.

Ante la lacra de los accidentes y enfermedades laborales, el obispo defendió la conveniencia de “repensar este drama social y laboral, también la respuesta que la sociedad está dando y la respuesta que como cristianos en el mundo obrero damos”.

“La verdadera riqueza son las personas: sin ellas no hay comunidad de trabajo, no hay empresa, no hay economía. (…) Trabajar con seguridad permite que cada uno exprese lo mejor de sí mismo ganándose el pan de cada día” señaló, añadiendo: “cuanto más cuidemos la dignidad del trabajo, más seguros estaremos de que aumentará la calidad y la belleza de las obras creadas” subrayó.

Además de Mons. Abilio, en estas Jornadas también intervinieron Mariano Sanz Lubeiro, secretario de Salud Laboral y Sostenibilidad Medioambiental de la Confederación Sindical de CCOO y Miguel Cruz Santiago, militante de la HOAC de Córdoba y presidente de la Asociación de Víctimas de Accidentes y Enfermedades Laborales de Andalucía (AVAELA),

Sanz Lubeiro con su ponencia ‘La seguridad y la salud en el trabajo’ presentó la realidad de la siniestralidad en España e insistió en que “hay que situar la prevención de riesgos laborales en el centro (de la recuperación) y a las personas del trabajo en el centro de las políticas”.

Cruz Santiago con su ponencia: ‘¡No más muertes en el trabajo! Y esforcémonos en lograrlo’, partió de su larga experiencia de acompañamiento a las víctimas y ayudó  a entender que el trabajo, “o es seguro o no es trabajo”

Las Jornadas concluyeron con la celebración de la Eucaristía en la Parroquia San Pedro, presidida por Mons. Abilio Martínez Varea en memoria de las víctimas de accidentes laborales, tras la cual los asistentes se concentraron en la plaza de Santa Teresa para realizar un gesto público y leer del comunicado en solidaridad, denuncia y concienciación y así dar visibilidad a este drama humano de la siniestralidad que acontece en el mundo del trabajo.